¿Por qué me huelen los pies?
Pronto llegará el verano y los pies se destapan y pueden oler más que en inverno. El exceso de sudoración se llama hiperhidrosis. Cuando este sudor huele de forma desagradable se llama bromohidrosi. Son dos situaciones desagradables para el paciente y bastante molestas. A. Estas alteraciones las trata en Lérida el podólogo Fernando Pifarré.
El mal olor de pies se produce por la descomposición o alteración de las bacterias del sudor ya que al estar el pie encerrado dentro del zapato (no entra luz) y la excesiva sudoración hace que se produzca ácidos grasos y amoniaco. Estos dos productos huelen de forma desagradable.
Las causas de mal olor de pies (bromohidrosis) son varias:
- Hiperhidrosi
- Problemas psicológicos
- Problemas hormonales
- Determinados fármacos
- Utilizar calcetines y medias de fibras artificiales
- Utilizar zapatos de polipiel o materiales sintéticos.
Además del mal olor (es conocido este olor como pies de queso) es que en esta piel húmeda pueden asentarse muy bien los hongos. Estos, crecen en sitios oscuros (los pies están metidos todo el día en el calzado) y húmedos (si tienes excesiva sudoración de pies) siendo el lugar predilecto de estos.
¿Cómo eliminarla?
Estos problemas los trata el podólogo de Lérida Dr. Fernando Pifarré. ELo mejor que se puede hacer es una prevención de este problema lavándose los pies con jabones de pH ácido y evitar utilizar calcetines y medias de material sintético (acrílicos). Las mejores fibras de los calcetines para evitar el exceso de sudoración son el hilo de Escocia y la lana. Luego se pueden recetar de forma individual fórmulas magistrales que regulan el sudor.En caso de exceso de sudoración suelen llevar ácido bórico que es un buen astringente. En caso de mal olor suelen llevar mentol.. Estos tratamientos los tiene que fabricar el propio farmacéutico bajo receta del podólogo. Siempre son más eficaces que los que hay en las tiendas de cosmética.
En casos más rebeldes en la consulta del Dr. Fernando Pifarré se pueden realizar sesiones de iontoforesis y si aún persiste el problema realiza infiltraciones de toxina botulínica o botox donde están las glándulas apocrinas del pie para así realizar un bloqueo temporal de estas glándulas. La aplicación de toxina botulínica se realiza bajo anestesia local de la planta del pie. Normalmente hay que repetir estas sesiones cada 8 meses que combinado con los tratamientos reguladores del sudor dan bastante éxito.
Dr. Fernando PIFARRÉ
Médico Especialista en Medicina Deportiva y Podólogo
Director del Servicio de Medicina Deportiva en Lleida. Generalitat de Catalunya
Profesor de Biomecánica. Universidad de Lleida (UdL)
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